martes, 10 de abril de 2012

¡GUAU! ¡QUÉ LINDAS PALABRAS ESCRITAS A UN COLEGA!



   Pocas veces  e atrevo a escribir, soy tan débil y temerosa…  Sin embargo, hoy me animé porque escuché un texto,  es un  homenaje a un perrito que, al igual que yo, fue fiel compañero de su amo.
   Carlo Coccioli, que así se llamaba el  dueño del simpático Fiorello,  fue un escritor italiano que se nacionalizó mexicano.  A mi parecer, Carlo Coccioli fue uno de los grandes escritores que ha dado el mundo, además de haber mostrado gran valentía e intrepidez, pues escapó de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

   Ojalá que mi mami me recuerde tanto como lo hace con Perla y con Greta y que me escriba algo tan profundamente bello cuando yo ya no esté con ella…  Pero espero que todavía falte muchos, muchos años…
    Ya me estoy poniendo triste, así que ABUR, GUAU! 




AUDIO

viernes, 3 de febrero de 2012

A MI GRETITA



   Yo soy pequeñita, dulce, nerviosa y todo me provoca temor.  No sé por qué ya no está Greta en la casa, yo la extraño mucho, quiero volver a verla.
   Hace algunos meses ella  comenzó a verse cansada, dormía mucho, más que yo.  Cuando me acercaba a ella para jugar, ella solamente me gruñía y yo insistía, pero ni así conseguía que ella se sintiera bien.  Mientras dormía, yo la observaba, era tan bonita y tenía tanta personalidad!
   Bueno,  recuerdo que desde hace algunos años, cuando llegué a la casa.  Ella era joven,   me costó esfuerzo y valor el hacer que ella me quisiera.
   Después, ambas íbamos a todos lados, juntas, una a lado de la otra, así salíamos a tomar el sol, a comer, a beber,  a dormir.  Las dos como una sola, parecíamos  fundidas en un amor entrañable, familiar,   incondicional…
   Cuando mis mamás iban a celebrar la llegada del año nuevo, ella se puso mal, su cuerpecito comenzó a temblar y después, intentar huir, correr sin rumbo, chocar con los objetos, llorar.  Yo me asusté, la llamé, intenté que me escuchara y no lo conseguí, ella estaba ausente.  Yo me sentí  muy triste porque no sabía qué pasaba con  mi querida  protectora.
 Al paso de los días ella se recuperó pero aún así, se veía triste, cabizbaja, cansada.  “Es que ya está viejita mi Greta”, decía mi mamá cuando  la veía y la acariciaba con enorme ternura  y daba un beso en su cabeza.  Yo no sentía celos, lo juro, solamente las veía con asombro.
   La llevaron al hospital,  la pobre tuvo que ser examinada y le extrajeron sangre, yo la extrañé mucho porque fueron cuatro días sin ella, pero regresó.  Se veía aún más triste, cansada y silenciosa.  De su negra cabellera, ahora tenía un mechón blanco, que  reflejaba todo su dolor, creo.   El viernes, temprano, escuché que mi mamá dijo: “De nuevo le dio otra crisis”, pero no fue una, sino cuatro durante el día.  Mi pobre Gretita!  Y yo, impotente, sin saber cómo hacer que ella se sintiera mejor.
   Durante la noche, mi mamá la arropó, la abrazó y las dos intentaron descansar.  Al poco rato,  de nuevo la agitación, pero una cosa más:  no podía ver lo que había a su alredor, no veía mi carita suplicante, no veía laexpresión  de preocupación y tristeza de mis mamás, no podía ver el asombro de Ágata.  Ella solamente quería huir, huir de su dolor o de su   olestia, de esas  sensaciones que apenas había conocido un mes antes, escapar, esae era su objetivo,  escapar de lo dlo recién conocideo, ir hacia  la serenidad y la armonía. 
    Mi mamá me tomó entre sus brazos y dijo a mi otra mamá:
"Me llevo a Valentina, no se vaya a asustar más, mira cómo llora”.
   Desde la otra habitación estuve escuchando, paré mis orejas y pude imaginarlas escenas de dolor y desesperación de mi pobre amiga.  Al día siguiente, temprano,  mis mamás se alistaron y llevaron a Greta de la casa, las dos iban tristes, con los ojos llorosos y, después de un rato, regresaron.  DESDE ENTONCES NO SÉ QUÉ OCURRIÓ CON MI AMIGA, CON MI PROTECTORA, CON MI CÓMPLICE DE TRAVESURAS,  CON MI ENTRAÑABLE AMIGA GRETA..
   Espero que vuelva pronto.