sábado, 9 de marzo de 2013

GUAU, GUAU! ¡CUÁNTAS HISTORIAS QUÉ CONTAR!




   Como siempre, estoy aquí en la casa, querida y consentida por mi familia y me he enterado de que hay muchos perritos y gatitos que sufren en las calles... ¡y en las casas!
   Ayer por la noche, mis mamis estaban sentadas frente a la computadora, ambas veían fotos de los perros snauser, porque a una de ellas le darán una perrita de dos años. 
   Yo me entristecí porque, pensé, iba a tener que compartir el cariño de mi familia, que ahora es solamente de Ágata y mío.  En fin, pensé, pero mi mamá, la que no recibirá a la perrita, dijo que no quería más compañía.  “¡Guau!  ¡Qué detalle!”, pensé.  Después, revisaron sitios de albergues caninos, y hay historias verdaderamente dolorosas. 
   ¿Cómo es posible que haya tanta maldad?  Vi la historia de una perrita, que recién había dado a luz a unos cachorritos, le fueron quitados y puestos a “dormir”.  La pobrecita tenía una expresión de profundo dolor, su mirada  era como un grito de auxilio, de pánico, de tristeza indescriptible…  Yo me pregunto: ¿Por qué ocurren estas cosas en el mundo?  ¡LOS SERES VIVOS TENEMOS EL DERECHO DE VIVIR EN TRANQUILIDAD Y ARMONÍA CON TODO LO QUE HAY A NUESTRO ALREDEDOR!

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