domingo, 18 de diciembre de 2011

UNA AVENTURA EL 22 DE NOVIEMBRE

¡GUAU!, ¡QUÉ CALLES!, ¡SE PARECEN A LA LUNA!

   Esta mañana logré escapar de la casa, salí en busca de comida.  Es que mi hambre es infinita y mi mami no me da de comer.
   Hacía varios meses que no salía de la casa, es que mi familia ya no me atiende como antes, me daban de comer cosas riquísimas y ahora no, me llevaban a pasear y ahora no, me consentían y era el centro de atenciónfamiiar y ahora, me han desplazado un par de cachorros que caminan en dos patas y creo que pueden hablar.   Bueno, en fin, creo que soy muy desdichada y por eso, ¡¡¡ESCAPÉ DE LA CASA!!!
     Hoy estuve muy atenta, tal y como lo hace Ágata, salí temprano a respirar el aire y a esconderme junto a unos macetones con la finalidad de salir cuando mi mami abriera la puerta para irse a trabajar.  Así fue, “No cabe duda que aunque estoy viejita, tengo buenas ideas”, pensé y gruñí suavemete, con satisfacción.
   Anduve recorriendo calles y colonias, llegué a la Delegación Gustavo A. Madero, en específico, a la Calle 607, ahí había muchos niños que se veían todos iguales:  “Deben ser hermanos o algo así, porque todos están vestidos igual”, recapacité y los seguí. 
   De pronto… ¡PUM!,¡CUAZ!, ¡SAZ!, ¡Caí en un hoyo!
  “¡No es posible!”, pensé, “Acaso estoy en otro mundo?  Será que vivo en la Luna y caí en un cráter?”.  Un pequeñín, uno de los niños a los que seguía y me hacía señas para que fuese detrás suyo, se detuvo y me ayudó a salir, me acarició y ambos reanudamos el camino.  Llegamos hasta una escuela, la primaria “Leyes de Reforma”. 
   Una vez ahí, el chiquillo me dijo adiós y entonces, no supe qué sería de mí.  Creí que había encontrado un nuevo esclavo, pero no fue así.  Cabizbaja, con la cola entre las patas, tanteando el camino ycorriendo un enorme peligro en esa calle, regresé a mi casa.  Y creo que corrí con mucha suerte, porque llegué antes que mi mami.